Una de las pocas cosas que me da flojera en este mundo es entrar a una sala de cine; desmotivado por las historias predecibles made in usa (y en México tampoco hacen malos quesos en ese sentido), hay pocos alicientes que me hacen ver una película. Hasta el viernes pasado que pasaba por un Cinépolis y ví anunciada en cartelera una adaptación de El amor en los tiempos del cólera, de mi gurú García Márquez.
Motivado por el morbo (y por el hecho de que era uno de los libros que me faltan por leer del buen Gabo), al día siguiente acudí al cine de marras en compañía de mi hermana y unas primas, que, valiéndose de la regla del B-15, pudieron entrar a la sala sin mayor trámite.
Por lo pronto, dejo los detalles críticos y técnicos del celuloide a mi crítico de cine favorito (Francisco Peraza dixit); sin embargo, van mis two cents sobre El amor en los tiempos del cólera versión Hollywood. Creo que uno de los grandes pecados capitales del cine gringo es el hecho de que las películas que corresponden a un ámbito distinto al estadounidense se hablan ¡en inglés!. Craso error.
En segundo lugar... er, creo que es todo por hoy.
Otro post más desde las costas de la Península Barataria.
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1 comentario:
Te gusta la crítica?
la crítica solamente hace más complejo lo que ya es sencillo de digerir para el espectador.
Sálvate de la condenación. visita la granja del dios.
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